07 de Abril de 2014.

Ser efectivo tiene mucho que ver con las cosas que establecemos como prioridades. Nuestro tiempo es limitado y generalmente al final del día acabamos exhaustos y sintiéndonos ansiosos por aquellas cosas que no alcanzamos a hacer. Existen ciertos patrones en nuestras rutinas diarias que podrían estar saboteando nuestra productividad, aquí te damos algunos consejos para reconocer esos patrones y algunas ideas para desarrollar nuevos hábitos que te permitan lograr lo que quieres:

Usa el principio de Pareto 80/20 al empezar a organizar tu semana: ¿cuáles son el 20% de las actividades que realizas que te dan el 80% de los resultados más satisfactorios? Distingue lo urgente de lo importante, establece tus prioridades y enfócate en ellas. Invertir tiempo haciendo lo que realmente importa, en lugar de sólo sobrevivir con lo que urgente y, poco a poco hará una verdadera diferencia en tu vida.

Haz una agenda de tu día: primero anota todo lo que “quieres” y “ tienes” que hacer; el paso dos es elegir lo que harás y lo que no harás, el paso 3 es organizar cómo lo harás y a qué hora lo harás y el último paso es… hacerlo.
Si tienes un bloqueo mental y no sabes por dónde empezar: No te paralices, actúa. Elabora un mapa mental visualizando el producto final o el resultado que quieres lograr. Empieza aunque no estés listo, trabaja desarrollando tus ideas en borradores, es más fácil editar algo que está mal hecho que corregir una página en blanco. Así que empieza ahora!

Limita las respuestas en tu mail y tus mensajes: aprende a ignorar, no tienes que contestar cada mail que entre a tu inbox en el momento en que entra. Destina un horario en tu día para hacerlo. Si no entiendes que es lo que se te está pidiendo o no sabes que contestar no envíes una respuesta hasta que lo hayas pensado un rato, fluirá mejor.

Limita el uso de la tecnología y de tu “Smartphone”: El problema es que las redes sociales te desenfocan de la tarea que estabas realizando e interrumpen tu tren de pensamiento creativo. Cada vez que te conectas a una red social te quedas ahí hasta por 20 min y tendemos a conectarnos hasta 6 veces al día en promedio, por eso mantente alejado de ellas tanto como puedas y al igual que al mail, al chat y a los textos, asígnales un horario durante el día.

Al comenzar tu jornada de trabajo en la oficina: haz las cosas fáciles primero, esto podrá ayudarte a fortalecer tu concentración. No aceptes juntas o reuniones al menos que sea decisivas y enfócate en hacer una sola cosa a la vez, te hará mucho más rápido y efectivo.
Establece rutinas y rituales: Los rituales son comportamientos programados que te evitan el desgaste de tomar decisiones triviales. Establecer una rutina diaria al levantarse, elegir la ropa que te pondrás un día antes y dejar tus llaves junto a la puerta pueden hacer una diferencia en tus niveles de energía.

Cuida de ti y de tu cuerpo: Duerme bien y lograrás más durante el día, cuando puedas toma una siesta si tu energía este baja, te sentirás increíble. Libera tu estrés y ansiedad haciendo ejercicio: corre, nada, baila y sobre todo busca entretenerte y reír por un rato. Realiza por lo menos 5 comidas al día que te vigoricen, mantente hidratado y reduce el consumo de cafeína y bebidas carbonatadas.

Mantente positivo: Los estados de ánimo negativos afectan considerablemente nuestro desempeño y nuestras relaciones, nos desconectan del mundo atrapándonos en nuestros pensamientos y bloquean nuestra creatividad al nublarnos las posibles alternativas para nuestros problemas. Cuando te sientas abrumado con la negatividad: sal a caminar, ponte en contacto con la naturaleza, llama a un amigo, escucha música, respira, estírate o medita por algunos minutos hasta que puedas volver a encontrar tu “centro”.

Fuente: gestiopolis.com